¿Dónde está la
Patria? ¿Dónde la Historia? Cuando hablamos de LA PATRIA, también decimos LA MADRE PATRIA; y también por una simple cuestión de autoestima podríamos decir: EL PADRE MATRIA, EL PADRE MARTIR o EL PADRE MARTIRIZA, y tantas cosas más por el estilo, que naturalmente por más que parezca y sea el juego indisoluble del hombre y su mujer, descubren en la palabra PATRIA, el clamor de todos los clamores, el anhelo de todos los anhelos, de todos los tiempos y géneros sentidos. Es un núcleo de afectividad, de identidad tan formidable, que
si no fuera natural, innato, difícilmente podría eso
que llamamos a veces limitadamente "cultura", nutrirlo en
situaciones deficitarias. Esto señala que adentro nuestro está la raíz PATRIA; y que esa raíz está viva suscitando nuestras elecciones, nuestra sinceridad, nuestra prudencia, nuestras valoraciones, nuestros esfuerzos, y sin duda nuestra permanencia. La permanencia no es mera tozudez. Existir implica lejanía; tanto como persistir, resistir, consistir,
insistir, asistir, "cercanía"; y en todos ellos el
hombre y la mujer sus esfuerzos elevan; Los siguientes textos: a Blas; regalo de reyes; al establo; al jardín y a Odell, desde aquí se vinculan. |
Fábula no aprendida navegué la vida; fascinado, Lo incomunicable ... Mis ojos se niegan prefieren la presencia mis ojos no creen ni en el don del sol Sólo la oruga Ningún caballo ... Como ayer, las princesas herederas por sangre se han hecho construir en la foresta.
Blas Castagna
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